Un mundo sin pobres es una mierda.


En realidad un mundo sin pobres no es ninguna maravilla, seamos sinceros. ¿Quien nos haría el trabajo sucio, el trabajo duro? ¿Quien me atendería a mí dentro de cuatro días pues ya me acerco a los 70 años? Es normal que el señor asqueroso de la viñeta tenga pesadillas. 

Se despierta asustado pensando que para poder beber champán antes de dormir, necesita pobres que recojan las uvas cuando hace frío. Y él no piensa levantarse para esos trabajos.

Un mundo sin pobres es una mierda. Si no hubiera pobres, se tendrían que inventar. Llevamos miles de años con los pobres entre nosotros, y no es cuestión de prescindir de ellos.

¿Vuelve la Mili? ¡Uff! ¿Y para qué sirve?


Algunos países europeos quieren volver a implantar la Mili, esos periodos de meses casi inútiles, en los que te enseñan a utilizar armas de matar y a lanzar granadas de mano. Seamos serios, en la Mili de mis tiempos, te enseñaban a disparar armas de matar, y te intentaban enseñar técnicas y tácticas militares.

La sociedad en general tiene muchas cosas que aprender. Entre ellas la concordia, el entendimiento, el humanismo, el saber defendernos ante los abusos de otros humanos pero sin emplear las armas de matar, primeros auxilios, cuidar a las personas mayores, educación para la familia y el respeto familiar, etc.

Que nos estamos planteando volver a un año de curso intensivo de como matar y que no te maten parece retrógrado. Yo sí creo que un año aprendiendo cosas útiles es positivo. Pero aprender a matar no sé, lo veo un poco guarro.